jueves, 31 de marzo de 2011

ISLAS BAREARES

Las Islas Baleares o Baleares (en catalán y oficialmente, Illes Balears)[1] son una comunidad autónoma y provincia española compuesta por las islas del archipiélago balear, situado en el mar Mediterráneo, junto a la costa oriental de la Península Ibérica. Su capital es Palma.
El archipiélago está formado por dos grupos de islas y numerosos islotes: las Gimnesias: Menorca, Mallorca y Cabrera y algunos islotes cercanos (como Dragonera, Conejera o la Isla del Aire); las Pitiusas: Ibiza (Eivissa en catalán) y Formentera y los distintos islotes que las rodean.

Turismo 

El turismo en las Islas Baleares constituye la segunda región española con mayor numero de turistas extranjeros (detras de cataluña). Baleares recibe más de 9'8 millones de turistas extranjeros anualmente. En este aspecto Ibiza,es el alma de las fiestas según los datos aportados por AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aerea) es el principal destino turistico en las islas, con el 65% del total, le sigue Mayorca con un 37% y luego Menorca y Formentera con un 18'13% y un 12'37% respectivamente. Los principales turistas que visitan las islas provienen de toda Europa y America del Norte, principalmente España e Italia.

Historia

Prehistoria e historia antigua

Las islas han estado pobladas desde tiempos remotos. Las primeras apariciones de pobladores se remontan al III milenio a. C. Aunque hay vestigios de una presencia humana en Ibiza y Formentera durante la Edad de Bronce, posteriormente durante varios siglos estas islas se encontraron despobladas, mientras que Mallorca y Menorca estaban habitadas por un pueblo mal conocido, cuya cultura característica era la cultura talayótica.
Posteriormente, se produjeron colonizaciones de griegos, fenicios, cartagineses. Ibiza y Formentera no volvieron a tener una presencia humana estable hasta las colonizaciones fenicias en el siglo VII a. C., y su nueva población sería seguramente de origen semítico (de fenicios y púnicos). Los romanos conquistaron el conjunto de las islas en el año 123 a. C., unificando por primera vez todo el archipiélago bajo una misma administración y una misma cultura (pues había una dicotomía del fondo étnico entre las Pitiusas, pobladas por semitas, y las Gimnesias, con gentes pertenecientes a la cultura talayótica), aunque la colonización romana fue poco intensa. Incorporadas al principio a la Hispania Citerior, y posteriormente a la Tarraconensis, las islas formaron parte de la provincia Cartaginense durante el Bajo Imperio, y a finales del siglo IV se constituyeron en provincia independiente (Balearica).

[editar] Alta Edad Media

En el año 406 la helada del Rin facilitó la entrada de pueblos germánicos (suevos, vándalos y alanos), que en el año 409 traspasaron los Pirineos para asentarse temporalmente en la Península. En el año 425 las Islas Baleares fueron saqueadas junto a Cartagena, Sevilla y el resto de Hispania, según cuenta el historiador Hidacio. Después de ello cruzaron el estrecho fundando el Reino Vándalo, incorporando las islas en el año 455. Más tarde, en el año 534, fueron conquistadas por las tropas de Justiniano I e integradas al Imperio bizantino hasta principios del siglo VIII. La crisis económica y demográfica del archipiélago, a lo largo de los siglos VII al IX, les expuso de forma creciente a los ataques exteriores. Después de una etapa de incursiones, el Emirato de Córdoba las ocupó en el año 903. Posteriormente, dependieron de la Taifa de Denia (1013-1067), del Imperio Almorávide (1120-1203) y de los Almohades (del 1203 hasta la conquista cristiana).

[editar] Conquista cristiana

Artículo principal: Reino de Mallorca
La Corona de Aragón experimentó durante los siglos XII y XIII una fuerte expansión hacia el Mediterráneo, que la llevó hasta las Baleares. Jaime I de Aragón capitaneó una flota que desembarcó en Mallorca a finales del verano de 1229. Después de largos combates que se prolongaron durante meses, el rey entró victorioso en la ciudad el 31 de diciembre de ese mismo año. El asalto fue seguido de una matanza indiscriminada que ocasionó un verdadero genocidio de la población mallorquina; tanto es así que los miles de cadáveres que no pudieron ser enterrados provocaron una epidemia entre los conquistadores que causó numerosas bajas. Como consecuencia, los nobles quisieron quedarse con todo el botín en lugar de sortearlo entre la tropa. Esto provocó la revuelta de peones y caballeros. Finalmente se produjo el reparto del botín que duró hasta el 30 de abril de 1230.
Gracias a todo esto, los musulmanes supervivientes tuvieron tiempo de organizar diversos focos de resistencia en las montañas, lo que prolongó un par de años las luchas contra los musulmanes de Mallorca que, finalmente, terminaron convertidos en esclavos o semi-esclavos.
Palma de Mallorca.
Toda esta destrucción debilitó también al ejército de Jaime I hasta el punto de que, cuando Menorca pidió el vasallazgo de la Corona, se le concedió. Así, Menorca se convirtió en una Taifa autónoma, donde la religión y la cultura árabe se mantuvieron durante medio siglo más. Pero en enero de 1287, la flota de Alfonso III, el Franco, llegó al puerto de Mahón. Se pactó la capitulación de la isla de forma que los caudillos y nobles pudieron escapar a cambio de entregar al resto de la población para que se les esclavizara.
Por lo que respecta a Ibiza, también fue conquistada por Jaime I, pero en agosto de 1235. Sus habitantes fueron también esclavizados y sus bienes repartidos entre los magnates.

[editar] Edad Moderna y Contemporánea

Baleares en agosto de 1936, que será la configuración que se mantendrá durante casi toda la guerra.
Baleares en septiembre de 1936, tras el desarrollo de la operación del Desembarco de Mallorca.
La isla de Menorca estuvo ocupada entre 1708 y 1802 por tropas inglesas, a raíz de de la Guerra de Sucesión.
Durante la II República (1931-1939) se proyectó sin éxito un Estatuto de Autonomía para las Islas Baleares.
En 1936, con el inicio de la Guerra Civil Española, el archipiélago queda dividido en dos zonas: la parte central y oeste (Formentera, Ibiza, Mallorca) quedan dentro del área dominada por los militares alzados contra la Segunda República Española, mientras en Menorca fracasa la insurrección. En los primeros meses del conflicto, se desarrollará desde Cataluña principalmente, una operación para tomar Mallorca, el llamado Desembarco de Mallorca, que se desarrollaría entre agosto y septiembre de 1936 y que finalmente sería rechazado por el ejército franquista, volviendo a quedar las cosas igual que antes. Después de la victoria franquista en la Batalla de Menorca (1939) la isla fue tomada por las tropas nacionales.
Tras la transición regresan los ánimos autonomistas y en 1983 finalmente es aprobado un Estatuto de Autonomía de las Islas Baleares.

Lengua

Las lenguas oficiales de las Islas Baleares son el español (oficial en toda España) y el catalán (definida como "lengua propia" en el Estatuto de Autonomía de las Islas Baleares).[1] Así, son actualmente bilingües en idioma catalán (ya que fueron repobladas mayoritariamente por payeses del Rosellón, Gerona y Barcelona durante la Reconquista) y castellano. Además, en las zonas turísticas, se hablan el inglés y el alemán.

Política y administración

La capital de las Islas Baleares y de la isla de Mallorca es la ciudad de Palma, también llamada Ciutat de Mallorca. Ahí está la sede del Gobierno Balear y del Consejo Insular de Mallorca.
Al margen del gobierno autonómico, las islas están divididas en cuatro Consejos Insulares: el de Mallorca con capital en la propia ciudad de Palma de Mallorca, Menorca con capital en la ciudad de Mahón, Ibiza con capital en Ibiza y el de Formentera con capital en San Francisco Javier (este último, creado tras la reforma del estatuto de 2007, pues anteriormente Formentera estaba incluida dentro del Consejo Insular de Ibiza-Formentera). Desde las elecciones de 2007 se vota separadamente para el gobierno de los Consejos Insulares, cuyos miembros anteriormente coincidían con los diputados de cada isla elegidos para el Parlamento de las Islas Baleares.
 
 

Etimología

Ciudad antigua de Ibiza.
A pesar que durante mucho tiempo se ha creído que "Baleares" provenía de la palabra griega ballein que significa "lanzar", últimamente se ha cambiado de opinión y parece que se descarta el origen helénico. Lo cierto es que los griegos utilizaron la palabra "Gimnesias" para referirse a las islas de Menorca y Mallorca. En cambio, cartagineses y romanos prefirieron la denominación "Baleares" para Menorca y Mallorca. Todos ellos llamaron a Ibiza y Formentera Pitiusas.
El origen del nombre "Baleares" no es griego sino púnico. Proviene del plural "ba' lé yaroh". El substantivo "ba' lé" significa "los que ejercitan el oficio de" y actúa como sujeto del verbo "yaroh" que significa "tirar piedras". El significado final sería algo así como "los maestros del lanzamiento". Y estos maestros del lanzamiento eran los honderos de las islas.[5] Así pues, Baleares significa "honderos". Autores clásicos como Plinio o Diodoro han hablado mucho de ellos. Pero es la narración de Licofronte de Calcis, en su poema hermético Alexandra (versos 633-641), cuando habla de los fugitivos de la guerra de Troya que llegan a las Baleares, a las que él llama Gimnesias, donde se da esta descripción:

Paleogeografía

Vista de la Sierra de Tramuntana, Mallorca.
Gimnesias y Pitiusas han tenido una historia geográfica diferente. Durante las glaciaciones del Cuaternario, debido a la acumulación de agua en forma de hielo en los casquetes polares y en las grandes sierras, mares y océanos bajaron de nivel. Esto provocó que se unieran Menorca y Mallorca por un lado e Ibiza y Formentera por el otro. Todas las faunas y floras se mezclaron, pero entre la Gran Gimnesia y la Gran Pitiusa no fue así ya que permaneció un canal marino de más de 70 km, infranqueable por la fauna terrestre. La menor medida de la Gran Gimnesia (2.000 km²) y un clima más árido provocó la extinción de la fauna terrestre y la falta de vegetales arbóreos notables.

[editar] Flora

En el pasado, Gimnesias y Pitiusas tuvieron ecosistemas distintos. Las Gimnesias tenían bosques de encinas en el interior y en los llanos costeros grandes bosques de boj balear (Buxus balearica), planta que aún se puede encontrar de forma residual en Mallorca. Las Pitiusas estaban prácticamente desnudas de vegetación arbórea y predominaban las hierbas nitrófilas producto del efecto de las deyecciones de la gran cantidad de colonias de aves que tenían.
Actualmente hay en baleares numerosas plantas endémicas, entre otras Apium bermejoi, Euphorbia fontqueriana, Euphorbia margalidiana, Euphorbia pithyusa, Galium balearicum, Galium crespianum, Galium friedrichii o Helleborus lividus.
Catedral de Palma de Mallorca.

[editar] Fauna

En el pasado, la fauna de las Gimnesias y de las Pitiusas era muy distinta. Parece ser que, a excepción de las especies voladoras (aves, murciélagos e insectos voladores) no compartían casi ninguna especie terrestre: diferentes comunidades vegetales, diferentes herbívoros, diferentes carnívoros como Hypnomys morpheus, especies de Myotragus o Nesiotites hidalgo.
Cuenta con algunas especies endémicas como el sapillo balear (Alytes muletensis), o las lagartijas balear (Podarcis lilfordi) y de las Pitiusas (Podarcis pityusensis).

[editar] Economía

El fenómeno del turismo ha modificado el tipo de economía de las islas. Más de un 70% de la población (2001) se dedica al sector servicios. La industria de la zona es básicamente la del textil, el cuero y el calzado.

Arte

Las islas conservan algunos monumentos del Megalítico entre los que destacan los talayots, las navetes y las taules, todos ellos del periodo comprendido entre 1800 y 1500 a. C. Quedan pocos restos de la época musulmana. La Catedral de Santa María de Palma de Mallorca, la Lonja y el Castillo de Bellver Castillo circular que preside, con la Torre de l'Homenatge, la bahía de Palma, son claras muestras del arte gótico. Cabe destacar también, durante ese periodo iglesias como la de Santa Creu, Santa Eulalia, San Jaume, San Nicolau... Posteriormente iglesias como San Francesc, Montesión, ... En Ciudadela y Palma existen algunos ejemplos de la arquitectura del siglo XVIII, periodo en el que destacó como pintor P. Calvo.


 

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